Cuando pensamos en las grandes figuras de la publicidad, nombres como David Ogilvy suelen aparecer primero. Pero hay otro gigante que cambió las reglas del juego para siempre: Bill Bernbach. Si has visto la serie Mad Men, puede que te suene el personaje de Don Draper. Lo que quizá no sabías es que gran parte de la historia de Draper está inspirada en Bill Bernbach, cofundador de la icónica agencia DDB (Doyle Dane Bernbach).

Bill Bernbach

En la serie (alerta spoiler) Don descubre que a su secretaria se le da bien lo de los textos publicitarios, y la asciende a redactora.

De hecho, esto pasó en la vida real también: Bill Bernbach fue la primera persona que puso a una mujer a trabajar en un puesto de creativa. Antes de esto, las mujeres que trabajaban en agencias de publicidad eran secretarias, recepcionistas o administrativas.

Un negocio de hombres. Como casi todos en esa época.

No es que el bueno de Bill fuera un adalid de los derechos de las mujeres ni nada de esto: era un tipo pragmático, vió talento y le sacó provecho.

Siempre priorizó el talento antes que género o raza. Y esta fue solo una de las cosas en las que fue un adelantado a su tiempo.

Bernbach fue un revolucionario. No solo porque ayudó a redefinir cómo se hacía publicidad en los años 50 y 60, sino porque también introdujo principios y enfoques que siguen siendo relevantes hoy, incluso para sectores como el de la formación.

Gracias de parte de Don Draper

En este artículo, exploraremos algunas de sus campañas más icónicas y veremos cómo puedes aplicar sus lecciones a la promoción de tu centro de formación o tus cursos.


1. Avis: «We Try Harder»

Convertir una debilidad en fortaleza

En los años 60, Avis era la segunda empresa de alquiler de coches en Estados Unidos, muy por detrás de Hertz. Cuando Bernbach y su equipo tomaron su cuenta, en lugar de disimular su posición en el mercado, decidieron ser brutalmente honestos: «Somos el número dos. Eso significa que lo intentamos más».

campaña Avis, años 50

Aplicación en formación

Si tu negocio de formación no es el más grande, el más prestigioso, o el más conocido, ¿por qué no usar esto como ventaja? Puedes destacar cómo esa «escala humana» te permite ofrecer una atención personalizada, grupos pequeños y una experiencia más cercana. Por ejemplo:

  • «No somos el centro más grande, por esto cada estudiante es importante para nosotros».
  • «No damos mil cursos al año. Pero los que damos son excepcionales».

El enfoque honesto genera confianza, y también humaniza tu marca.


2. Volkswagen: «Think Small»

Simplicidad que rompe moldes

En un mundo dominado por coches grandes y ostentosos, la campaña «Think Small» para Volkswagen rompía con todas las reglas. En lugar de intentar competir con el lujo o la potencia, la campaña celebraba la sencillez y la eficiencia del Beetle. El diseño minimalista de los anuncios también marcó un antes y un después en la estética publicitaria, porque la mayoría de anuncios de la época trataban de que los coches salieran grandes en las fotos…

Hicieron justo lo contrario que hacía el resto de su mercado. Y por eso destacaron.

Campaña think small para Volkswagen

Aplicación en formación:

¿Cómo podrías «pensar en pequeño»? En un sector donde todos prometen «los cursos más completos» o «la formación más avanzada», podrías destacar por la claridad y la sencillez de tu mensaje. Por ejemplo:

  • «Un curso. Una habilidad. Un cambio.»
  • «Aprende en 4 semanas lo que otros enseñan en meses».

Diseña tus mensajes y visuales con un enfoque minimalista. Menos es más, especialmente cuando quieres destacar en un mercado saturado. Y en formación, hace tiempo que las personas no buscan los cursos más extensos, sino los más concretos. Ahorrar tiempo, en formación, es un valor al alza.


3. Life Cereal: «Mikey Likes It»

Narrativas auténticas

La campaña para Life Cereal se centraba en una historia simple: unos niños quisquillosos no querían probar unos cereales nuevos, así que se los daban a su hermano pequeño Mike, a ver si se los comía. La frase «¡A Mikey le gusta!» se convirtió en un fenómeno cultural en Estados Unidos.

Aplicación en formación:

Usa narrativas auténticas para contar la experiencia de tus estudiantes. Por ejemplo:

  • «María había tenido malas experiencias con otros cursos, hasta ahora… que logró su ascenso».
  • «Juan veía difícil aprender a programar, pero la primera semana, creó su primera app».

Las historias reales generan confianza y empatía, conectando emocionalmente con tu público. Y coger una objeción, y neutralizarla con tu historia, hace tu curso más atractivo.


La magia de la autenticidad

Lo que todas estas campañas tienen en común es que son profundamente honestas y humanas. Bernbach creía que la mejor publicidad no era la que gritaba más fuerte, sino la que conectaba con las personas a nivel emocional. Esa filosofía hoy es mas relevante que nunca.

Hoy día, las promesas vacías y la comunicación genérica son muy comunes, y adoptar un enfoque como el de Bernbach puede marcar la diferencia. Tanto si eres un centro de formación como un formador particular, la clave está en conocer a tu público, ser honesto y crear mensajes que realmente conecten.

Espero que estas ideas te ayuden a mejorar la comunicación de tu proyecto o tu centro de formación.

“La publicidad no es una ciencia. Es arte”

Bill Bernbach