¿La mejor técnica de marketing inmobiliario? Entre portales verticales, publicidad en Google, neuromarketing, vídeo 360, y todo tipo de inventos tecnológicos, olvidamos la técnica más efectiva y sencilla, el primer factor en el que todos se fijan.
Aunque el sector cada vez gira más hacia el vídeo, y es un recurso que da grandes resultados, a menudo se olvida o se descuida lo primero que ve alguien que está buscando una casa.
Y no es un vídeo.
En un porcentaje muy alto de casos, determina si entramos a ver la ficha del inmueble para saber más, o si descartamos y seguimos buscando. A menudo se quieren utilizar sofisticadas técnicas de marketing inmobiliario, mientras se falla en lo más básico.
Nos referimos a algo que cualquier inmueble debe tener y rara vez se le presta la atención adecuada.
Hablamos, por si no lo suponías ya, de las fotografías.
La fotografía inmobiliaria
Son muchas las inmobiliarias que tratan de prestar atención a la fotografía de sus propiedades, contratando especialistas, o formándose ellos mismos para poder realizar estas tareas. Sin embargo, en la mayoría de portales inmobiliarios se siguen viendo imágenes de muy poco nivel. A menudo, quienes publican siguen sin ser conscientes de la gran importancia que tiene la primera foto para captar la atención, y hacer que un potencial cliente quiera saber más.
Una fotografía que destaca sobre el resto atrae visitas y potenciales compradores.
¿Has oido alguna vez la expresión «Comemos por los ojos»? Es el motivo por el que la comida debe ser atractiva además de sabrosa. Antes de probar un plato, si lo que vemos nos atrae, es muy probable que acabemos probándolo.
También compramos por los ojos. Todos preferimos gastar el dinero en algo atractivo visualmente. A igualdad de condiciones, nos decantamos por la opción más atractiva. Siempre.
Por supuesto, en una compra tan importante como una propiedad inmobiliaria, entran en juego otros muchos factores. Las necesidades varían mucho de un comprador a otro. Pero cuando estamos en un portal inmobiliario, primero se aplican los filtros y luego se ven los resultados.
Y las fotos que destacan se llevan la mayor parte de las visitas.
Aunque hay muchos estudios y fotógrafos que realizan trabajos de fotografía de interior para inmobiliarias, no todos conocen las técnicas que hacen que una foto destaque sobre las demás. Detalles como la iluminación o el encadre que se utiliza, marcan la diferencia.
Una vez dentro de la ficha, una buena planificación del reportaje permite hacernos una idea de la distribución del inmueble, incluso sin ver un mapa o vídeo. Esto es algo que muy pocos hacen, por no prestar atención al orden en que se suben las fotos, o al recorrido que hacemos dentro de la propiedad al hacer el reportaje.
Cuando fotografiamos una estancia, y se ve la puerta, podemos hacernos una idea de cómo comunican las diferentes habitaciones. Sin embargo, no se suele prestar atención a lo que se ve más allá de la puerta. ¿Debe estar abierta o cerrada? ¿Deben estar encendidas las luces de las estancias que se ven a través de la puerta? ¿Están cuidados todos los detalles?
Marketing inmobiliario cuando no es obra nueva
Cuando se trata de obra nueva, lo normal es tener un piso piloto bien amueblado que podemos enseñar como muestra. todo está nuevo, y con la técnica y método de trabajo adecuado es fácil tener un buen reportaje. Pero, ¿cómo mostrar una casa en la que ya ha vivido gente anteriormente?
En estos casos, a menudo una buen reportaje fotográfico no es suficiente. Porque cuando salta a la vista que estamos viendo una casa «usada», inconscientemente genera rechazo. Si no es nueva, debe estar como nueva. y no es tan difícil de lograr.
Home Staging y despersonalización
El Home Staging (que también es aplicable para decorar en obra nueva), a diferencia de la decoración tradicional, no trata de satisfacer las preferencias del propietario, sino de lograr un estilo «comercial», que pueda agradar a todo tipo de personas.
Para esto es clave el concepto de «despersonalización». Se trata de lograr espacios que apetezca habitar, pero que no puedan recordarnos a los anteriores habitantes del inmueble. Para esto es importante evitar que en las fotografías aparezcan libros, fotografías, u otros elementos personales.
Pero hay mucho más, y la mayoría son cosas sencillas de aplicar una vez se conocen.
Por ejemplo, los cables: casi nunca se desenchufan, o se ocultan, los cables de lámparas, electrodomésticos, u otros objetos. Da sensación de desorden, incluso aunque no nos fijemos en ellos.
Mejorando las fotografías de cualquier inmueble
Esto es así porque la mayoría de personas no tienen el ojo entrenado para ver estos detalles. Ni siquiera los potenciales compradores se fijan, pero aún así lo ven, y les influye de forma inconsciente.
Se trata de detalles que incluso quienes se han formado en fotografía inmobiliaria desconocen, porque lo habitual es aprender la técnica, pero no a «entrenar el ojo» para localizar las áreas de mejora de una imagen, dónde está el mejor ángulo para hacer la foto, etc.
Por esto, en fotoacademiaonline.com han preparado unas jornadas formativas en streaming para aprender a realizar mejores fotografías de interiores, que aporta nuevas perspectivas y técnicas incluso para quienes tengan conocimientos previos en fotografía inmobiliaria.
Las plazas son limitadas. Para más información, aquí.
Podemos emplear todo tipo de técnicas en marketing inmobiliario, pero si obviamos las principales (como la fotografía) e invertimos dinero en otras sin haber cuidado este aspecto, corremos el riesgo de tirar por la borda lo invertido.
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