Los sesgos cognitivos ayudan a tomar decisiones más rápido o sin tener toda la información, lo que es útil para la supervivencia, pero también instala a menudo creencias erróneas e ilógicas. ¿Cómo nos afectan los sesgos cognitivos en marketing y ventas, en política, en diseño..?
¿Qué es un sesgo cognitivo?
Un sesgo cognitivo es una interpretación errónea de la información que influye en la percepción, los recuerdos, y en la toma de decisiones. El concepto de sesgo cognitivo fue mencionado por primera vez por los psicólogos israelíes Kahneman y Tversky en 1972.
Funcionan a nivel no consciente, por lo que resultan una herramienta para la persuasión e incluso la manipulación. También nos ayudan a entender a los demás y sus comportamientos.
Es más fácil identificar un sesgo cognitivo en otra persona antes que en nosotros mismos: aún conociéndolos, podemos acabar cayendo en ellos.
¿Qué utilidad tienen los sesgos cognitivos?
Conocer los sesgos cognitivos que nos afectan como seres humanos tiene muchas aplicaciones.
Hace años comencé a estudiarlos como herramientas para mejorar en diseño: si entendemos cómo percibimos y memorizamos las cosas, los mecanismos mentales que intervienen en estos procesos, podremos hacer diseños más fáciles de entender, recordar y utilizar.
Entonces aún no había caído en el enorme potencial que tienen estos sesgos en otras áreas, como el marketing y las ventas.
Hay muchos sesgos que se utilizan frecuentemente en ventas y en marketing, en política y en muchos otros ámbitos porque ayudan a convencer. Sí, los sesgos cognitivos son una poderosa herramienta para la persuasión, si se entienden y aplican correctamente.
También he visto cómo se utilizan estos sesgos para crear «dark patterns» de diseño. Esto es un uso del diseño para inducir al usuario a realizar acciones que no son en su beneficio.
Porque estos sesgos, igual que pueden servir para facilitar la persuasión, también pueden ser un arma de manipulación (verás ejemplos de como se utilizan algunos de estos sesgos en política).
Por esto, aprender y memorizar tantos sesgos puede ser demasiado para la mayoría, pero es útil al menos conocerlos y entenderlos, aunque sea superficialmente.
Si esto nos sirve para identificar cuándo podemos estar siendo influenciados por algún sesgo, sea porque nuestro cerebro nos juega una mala pasada o porque se nos intenta manipular, ya habrá valido la pena.
Si además sirve para ser una persona mas persuasiva, te será de ayuda en muchos ámbitos, no sólo para ventas.
Imagino que también te resultará de ayuda si planeas ser el líder de una secta, porque muchos de estos sesgos se pueden utilizar para la manipulación pura y dura. Conocerlos significa tanto que puede ayudar a «protegernos» de quien nos intente manipular, como para manipular a otras personas.
Igual que un medicamento puede utilizarse como veneno, estas herramientas pueden usarse para hacer el bien, o el mal. No soy nadie para dar lecciones de moralidad: allá cada uno con las consecuencias de sus actos.
Cómo utilizar esta guía de sesgos cognitivos
Esta guía tiene casi mas de 12.000 palabras, por lo que ver todos los sesgos, incluso con una «lectura diagonal», toma su tiempo.
Mi recomendación es que hagas una primera lectura rápida (quizá de varias veces), anotes los más interesantes, y los vuelvas a leer con calma. Los ejemplos son útiles para entender en qué situaciones puedes encontrarlos.
Quizá tu idea sea utilizarlos como arma de persuasión, o para evitar caer en ellos, pero conocerlos te ayudará también a entender la psicología humana, y por qué algunas personas ven las cosas como las ven. También ayuda a entender las decisiones que se toman, y como se argumentan una vez tomadas.
Si quieres conocerte mejor, y entender mejor a quienes te rodean, vale la pena conocer los sesgos cognitivos.
O quizá no, no todo el mundo ve lo útiles que resultan: el otro día, me compararon los sesgos cognitivos con los refranes, «porque siempre hay uno q contradice a otro». Es verdad que hay sesgos «opuestos». A una persona con exceso de confianza en sí misma no le afectará el síndrome del impostor, pero sí otros sesgos como el del falso consenso o del lago Wogebon.
La diferencia entre los sesgos cognitivos y los refranes, es que los refranes no tienen una evidencia científica detrás.
Nota: En nuestra newsletter hablamos todas las semanas de algún sesgo cognitivo y lo desarrollamos más. Si quieres aprender mas sobre los sesgos cognitivos, y de una forma «mas digerible», te recomiendo que te suscribas aquí.
Tipos de sesgos cognitivos
Hay 4 grandes tipos de sesgos cognitivos:
- Información: ¿cómo filtramos y clasificamos la información?
- 1.1. Recordamos antes lo que ya está grabado en la memoria o lo que se repite a menudo
- 1.2. Las cosas extrañas, divertidas o llamativas nos llaman la atención
- 1.3. Nos damos cuenta cuando algo ha cambiado
- 1.4. Nos gusta lo que confirma nuestras creencias
- 1.5. Percepción de los errores
- Significado: ¿cómo atribuimos significado a las cosas?
- 2.1. Vemos patrones e historias, incluso cuando apenas hay datos
- 2.2. Complementamos características desde estereotipos, generalidades y hechos pasados
- 2.3. Juzgamos mas positivamente lo que ya conocemos
- 2.4. Simplificamos probabilidades y números para hacerlos más fáciles
- 2.5. Creemos que sabemos lo que otros están pensando
- 2.6. Miramos al pasado y al futuro con nuestro pensamiento actual
- Velocidad: La velocidad a la que hacemos algo, como aprender, realizar tareas, o recordar.
- 3.1. Para tener un impacto necesitamos confianza y sentir que lo que hacemos es importante
- 3.2. Preferimos las cosas conocidas que podemos hacer de inmediato
- 3.3. Es más probable que completemos las cosas si ya hemos invertido tiempo y energía en ellas
- 3.4. Para evitar errores y mantener el estatus en un grupo evitamos decisiones irreversibles
- 3.5. Preferimos opciones simples e información completa antes que opciones ambiguas e incompletas
- Memoria: ¿Cómo funciona el cerebro a la hora de recuperar cosas de nuestra memoria?
- 4.1. Modificamos los recuerdos
- 4.2. Evitamos recordar cosas específicas para agregar generalidad
- 4.3. Reducimos eventos y listas a sus elementos más importantes
- 4.4. Almacenamos los recuerdos según experimentamos la situación
Índice de sesgos cognitivos
Índice de contenidos
- ¿Qué es un sesgo cognitivo?
- ¿Qué utilidad tienen los sesgos cognitivos?
- Cómo utilizar esta guía de sesgos cognitivos
- Tipos de sesgos cognitivos
- Índice de sesgos cognitivos
- 1.- Información
- 1.1 Recordamos antes lo último que se grabó en la memoria, o lo que se repite a menudo
- 1.- Heurística de disponibilidad
- 2.- Sesgo atencional
- 3.- Efecto de la verdad ilusoria
- 4.- Principio de familiaridad
- 5.- Efecto de contexto
- 6.- Olvido dependiente de señales
- 7.- Congruencia del estado de ánimo
- 8.- Ilusión de frecuencia o Fenómeno de Baader-Meinhof
- 9.- Brecha de empatía
- 10.- Sesgo de omisión
- 11.- Falacia de la tasa base
- 1.2 Las cosas extrañas, divertidas o llamativas nos llaman la atención
- 1.3 Nos damos cuenta cuando algo ha cambiado
- 1.4 Nos gusta lo que confirma nuestras creencias
- 1.5 Percepción de los errores
- 1.1 Recordamos antes lo último que se grabó en la memoria, o lo que se repite a menudo
- 2.- Significado
- 2.1 Vemos patrones e historias, incluso cuando apenas hay datos
- 34.- Sesgo de confabulación
- 35.- Ilusión de agrupamiento
- 36.- Insensibilidad al tamaño de la muestra
- 37.- Negligencia de la probabilidad
- 38.- Falacia anecdótica
- 39.- Ilusión de validez
- 40.- Falacia del jugador
- 41.- Ilusión de actualidad
- 42.- Falacia de la mano caliente
- 43.- Correlación ilusoria
- 44.- Pareidolia
- 45.- Antropomorfismo
- 2.2 Complementamos características desde estereotipos, generalidades y hechos pasados
- 2.3 Juzgamos mas positivamente lo que ya conocemos
- 2.4 Simplificamos probabilidades y números para hacerlos más fáciles
- 2.5 Creemos que sabemos lo que otros están pensando
- 2.6 Miramos al pasado y al futuro con nuestro pensamiento actual
- 81.- Retrospección color de rosa
- 82.- Sesgo telescópico
- 83.- Sesgo retrospectivo
- 84.- Sesgo de resultado
- 85.- Sesgo de la suerte moral
- 86.- Declinismo
- 87.- Sesgo de impacto o pronóstico afectivo
- 88.- Sesgo de optimismo
- 89.- Falacia de planificación
- 90.- Sesgo a favor de la innovación
- 91.- Sesgo de restricción
- 2.1 Vemos patrones e historias, incluso cuando apenas hay datos
- 3.- Velocidad
- 3.1 Para tener un impacto necesitamos confianza y sentir que lo que hacemos es importante
- 92.- Efecto de exceso de confianza
- 93.- Sesgo de deseabilidad social
- 94.- Efecto de tercera persona
- 95.- Efecto de falso consenso
- 96.- Efecto Difícil-Fácil
- 97.- Efecto del lago Wogebon
- 98.- Efecto Dunning-Kruger
- 99.- Sesgo egocéntrico
- 100.- Sesgo de optimismo
- 101.- Efecto Barnum o Efecto Forer
- 102.- Sesgo egoísta
- 103.- Sesgo actor-observador
- 104.- Ilusión de control
- 105.- Superioridad ilusoria
- 106.- Sesgo de adscripción de rasgos
- 107.- Justificación del esfuerzo
- 108.- Compensación de riesgo
- 3.2 Preferimos las cosas conocidas que podemos hacer de inmediato
- 3.3 Es más probable que completemos las cosas si ya hemos invertido tiempo y energía en ellas
- 3.4 Para evitar errores y mantener el estatus en un grupo evitamos decisiones irreversibles
- 3.5 Preferimos opciones simples e información completa antes que opciones ambiguas e incompletas
- 3.1 Para tener un impacto necesitamos confianza y sentir que lo que hacemos es importante
- 4.- Memoria
- 1.- Información
- ¿Son estos todos los sesgos cognitivos que existen?
- Fuentes de este artículo
1.- Información
¿Cómo organizamos la información que nos llega? ¿Cómo elegimos a qué prestar atención? ¿Por qué creemos unas cosas y otras no?
También recordamos antes las cosas hemos experimentado recientemente.
1.- Heurística de disponibilidad
Los recuerdos recientes se recuperan antes, incluso comparados con otros con más impacto del pasado. Esto significa que si tomamos una decisión rápida, podemos basarnos en lo primero que nos viene a la mente sin valorar si es lo más relevante.
Por ejemplo, nos podemos sentir más inclinados a estudiar una carrera porque conocemos casos de personas que la han realizado y les ha ido bien, sin entrar a valorar a fondo otras opciones, o si en el momento actual esta carrera es la mejor opción.
2.- Sesgo atencional
Elegimos inconscientemente a qué prestamos atención. Por ejemplo, en una escena o una pantalla en la que no se mueve nada, algo que comience a moverse captará de inmediato nuestra atención. Por esto los anuncios con movimiento funcionan (aunque luego al comprobar que es un anuncio lo ignoremos, ha captado la atención en un primer momento).
Del mismo modo, puede que consideremos que nos gusta el deporte pero resulta que sólo seguimos a un equipo, o que vayamos a clase pero no nos enteremos de lo que se imparte porque estamos mas pendientes de los compañeros (o compañeras) que de lo que dice el profesor.
Si alguna vez le has hablado a un niño que juega a un videojuego y descubres que no se ha enterado de una palabra, no se lo tengas en cuenta. El sesgo atencional actúa sin que seamos conscientes. A mí también me pasaba (y me sigue pasando).
3.- Efecto de la verdad ilusoria
Al escuchar una y otra vez información falsa podemos llegar a creer que es la verdad. Un arma política habitual. Como dijo Delavigne: «Mientras más increíble es una calumnia, más memoria tienen los tontos para recordarla». O como dijo Goebbels, «Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad».
4.- Principio de familiaridad
También llamado «efecto de la mera exposición», damos preferencia a cosas que hemos visto con más frecuencia o con las que estamos familiarizados.
Si estamos en otro país, es difícil que pasemos por delante de un MacDonalds y se nos pase por alto (incluso aunque prefieras probar la comida local antes que un mac-loquesea).
¿Alguna vez has escuchado decir a alguien que una canción no le gustaba al principio pero que a fuerza de escucharla le ha acabado gustando? Al escucharla repetidamente por la radio, se convierte en familiar, y con cada escucha existe la posibilidad de que asociemos el recuerdo a una emoción, aumentando la retención.
Está comprobado que uno de los factores mas influyentes en la publicidad es la repetición. ¿Cuántas veces necesitamos escuchar una publicidad en radio para que la recordemos? Este estudio puede darte algunas respuestas.
5.- Efecto de contexto
El contexto en el que vemos algo afecta la forma en que lo vemos y el valor que le damos.
300 € pueden ser un precio muy caro si compramos unos calcetines, o muy barato si compramos un televisor. ¿Alguna vez te has encontrado a alguien a quien te ha costado situar porque no lleva su uniforme o vestimenta habitual? Es el «Efecto de contexto» en acción. También está relacionado con el siguiente sesgo.
6.- Olvido dependiente de señales
Es la incapacidad de recordar información sin señales de memoria.
Nuestro cerebro no funciona como un ordenador. La información almacenada en la memoria se recupera mediante asociación con otras memorias. Algunos recuerdos no se recuperan simplemente pensando en ellos. Más bien, uno debe pensar en algo asociado con él.
A veces, cuando intentamos recordar algo en un contexto diferente a cuando se originó el recuerdo, o para un uso diferente del que pensábamos que íbamos a dar a este recuerdo, no podemos acceder a él. Por ejemplo, vamos a dar una charla que hemos realizado varias veces, pero olvidamos la presentación que la acompaña y de pronto no tenemos ni idea de qué vamos a decir.
7.- Congruencia del estado de ánimo
Recordamos mejor la información que está en sintonía con el estado emocional o fisiológico actual.
¿Alguna vez has escuchado que no sirve de nada practicar penalties? Esto se debe a que por muchos penalties que se tiren en un entrenamiento, la situación de tirarlo en un partido, especialmente si es un momento decisivo, implica una tensión y estrés que no se puede reproducir en un entrenamiento.
Del mismo modo, para un estudiante, en un examen que le genera ansiedad, le puede resultar mas fácil recordar cosas que ha aprendido en un estado emocional parecido, que cuando estudiaba tranquilamente en la biblioteca.
8.- Ilusión de frecuencia o Fenómeno de Baader-Meinhof
Al ver algo una vez y comenzar a prestarle atención, lo vemos con más frecuencia.
Una embarazada se fija antes en otras embarazadas, o una persona con una escayola ve más a los que están en una situación parecida. Si alguna vez te has comprado un coche, habrás comprobado que una vez eliges qué modelo quieres, empiezas a verlo por todas partes.
9.- Brecha de empatía
Se nos da mal empatizar con los demás, pero esperamos que los demás empaticen con nosotros.
Es conocida la etapa egocéntrica de los niños, en torno a los 2-3 años les cuesta ver el mundo desde otra perspectiva que no sea la propia. La empatía no es una habilidad innata, se desarrolla poco a poco. Hay quienes no logran desarrollarla en toda una vida.
¿Cuántas veces pensamos que entendemos a otra persona pero esta no nos entiende a nosotros? En situaciones que nos provocan emociones (por ejemplo, en una discusión en la que alguien dice algo que nos molesta) podemos olvidar por completo lo que piensan o sienten los demás, o no llegamos a ponernos en su lugar, porque solo atendemos a lo que estamos sintiendo nosotros.
10.- Sesgo de omisión
Nos resulta «menos malo» dejar de hacer algo, aunque el efecto de esto sea negativo, que hacer activamente algo que «está mal».
Por esto a los árbitros les resulta más difícil pitar faltas en los momentos decisivos, porque sienten que es peor pitar una falta injusta que dejar de pitar alguna que no sea completamente clara (aunque igualmente de esta forma van a perjudicar a algún equipo).
Al ver un accidente, es mas fácil que paremos para prestar ayuda si de algún modo estuvimos involucrados, o lo vimos en el momento, que si pasamos después (aunque aún no haya parado nadie).
Otro ejemplo es el de los padres que prefieren no vacunar para evitar la exposición a una enfermedad, aunque el hecho de no vacunar podría ser incluso más peligroso.
11.- Falacia de la tasa base
Ocurre cuando se ignora la tasa base o probabilidad previa de un evento en el cálculo de la probabilidad de que ese evento ocurra.
Por ejemplo, nos dicen que hemos dado positivo en cáncer en una prueba que tiene un 10% de falsos positivos, y ya damos por hecho que tenemos cáncer.
O nos apuntamos a clases de baile y consideramos al profesor muy bueno porque hemos mejorado, sin tener en cuenta que nuestro nivel era tan bajo con algo de práctica era obvio que íbamos a mejorar.
1.2 Las cosas extrañas, divertidas o llamativas nos llaman la atención
Prestamos más atención a las cosas que llaman la atención, por lo que a menudo nos saltamos información que identificamos como normal o esperada.
12.– Efecto de lo insólito
Recordamos cosas extrañas mejor que las cosas normales.
Si vamos por la calle en una ciudad y nos cruzamos con una persona desnuda, lo recordaremos (y probablemente se lo contaremos a alguien).
13.- Efecto del humor
Recordamos mejor las cosas con humor que sin él. Por esto recordamos mejor las lecciones de los profesores divertidos.
14.- Efecto Von Restorff
Recordamos mejor una cosa sorprendente en una serie de cosas equivalentes.
Si nos enseñan una serie de imágenes con herramientas de jardinería, y en medio aparece una foto con un unicornio, lo vamos a recordar seguro.
15.- Efecto de superioridad de imagen
Recordamos mejor las imágenes que el texto. Aunque lo que más recordamos, tanto en imágenes como en texto, son las cosas que provocan emociones.
16.- Efecto de autorreferencia
Recordamos mejor las cosas con las que nos sentimos relacionados.
Si conocemos a un grupo de gente, luego será más fácil identificar a los que eran similares a uno mismo.
17.- Sesgo de negatividad
Las cosas negativas nos llaman más la atención. Se trata de un mecanismo de supervivencia; si es algo que nos puede afectar para mal, mejor prestarle atención.
En la prensa esto se comprueba a diario: a las malas noticias se les presta más atención, y tienen más audiencia.
1.3 Nos damos cuenta cuando algo ha cambiado
18.- Sesgo de Anclaje
Fijamos la primera información que recibimos sobre algo. Luego interpretamos la nueva información a partir de la primera que recibimos.
Por ejemplo, en las negociaciones sobre un precio, se intenta empezar con un precio alto para que la conversación gire en torno a esta cantidad.
Este sesgo es muy potente para persuasión. El sesgo de anclaje tiene muchos usos, como establecer el marco de una conversación. Este uso se ve a menudo en política, cuando un candidato responde a una pregunta con otra, para llevar la atención a los temas que quiere tratar.
19.- Sesgo de distinción
Le damos más valor a la diferencia entre dos opciones cuando las comparamos que si las estuviéramos evaluando por separado. Por esto, comparar datos en tablas nos resulta útil.
También se refiere a nuestra tendencia a percibir que las diferencias entre grupos o categorías son más grandes de lo que realmente son, y a ignorar las similitudes entre ellos.
20.- Efecto de contraste
Nuestra percepción u opinión sobre algo se ve afectada si tenemos algo con que compararlo.
Podemos percibir a una persona como atractiva, pero si está en un grupo con personas mucho más atractivas, ya no nos lo parece tanto. El color gris puede parecer más o menos oscuro según los colores que hay alrededor.
21.- Efecto de encuadre (framing effect)
Una variante del sesgo de anclaje. Las personas se ven influenciadas por la forma en que se presenta la información. ¿20 % de azúcares, u 80 % libre de azúcares?
Esto también se utiliza en política y otros ámbitos, al mostrar datos desde la perspectiva más conveniente para quien los presenta. Por ejemplo, al presentar datos de empleo, el partido gobernante puede hacerlos parecer positivos comparándolos con el mismo mes del año pasado, y el partido en la oposición puede decir que es el peor dato de los últimos 6 meses.
22.- Ilusión del dinero
La tendencia a fijarnos en el valor nominal del dinero en vez del valor real, es decir, no tenemos en cuenta la inflación o deflación de la economía.
Por ejemplo, un trabajador puede recibir un aumento del 5% en su nómina y pensar que ahora gana más, pero si la inflación ha subido un 8%, la realidad es que su poder adquisitivo ha descendido.
1.4 Nos gusta lo que confirma nuestras creencias
Normalmente no estamos abiertos a cambiar de idea, y nos cuesta creer lo que va contra nuestras opiniones.
23.- Sesgo de confirmación o de conservadurismo
Relacionado con el sesgo de anclaje, normalmente necesitamos más evidencias para cambiar de opinión que para establecer la primera opinión. Este sesgo dificulta explorar ideas nuevas o cambiar nuestro enfoque, lo que nos puede llevar a decisiones erróneas, o que quizá no lo son pero podrían ser mejores.
Debido a este sesgo, en una discusión donde se nos presentan argumentos que invalidan nuestro punto de vista, nos costará cambiar nuestra opinión, aunque mas adelante, a la vista de las evidencias podamos acabar por cambiarla.
24.- Sesgo de congruencia
Relacionado con el sesgo de confirmación, tendemos a tomar mas en cuenta los datos que confirman nuestras hipótesis, que aquellos que las cuestionan.
Por ejemplo, si pensamos que un profesor es aburrido, tendremos más en cuenta su tono de voz monótono que el contenido de lo que está explicando.
Nos gusta pensar que somos consistentes, que nuestras opiniones y gustos no cambian con el tiempo, a pesar de que no es así. Por esto podemos acabar haciendo cosas, incluso si no queremos, para mantener esta autoimagen de «consistencia».
«¿Te gusta probar cosas nuevas?». Si respondemos que sí ya nos han persuadido, porque nos van a ofrecer un producto nuevo. La gran mayoría lo probará si contestó que sí a la primera pregunta, para evitar ser «incongruentes» con la respuesta que dimos.
25.- Sesgo de apoyo a la elección
Después de hacer una elección, sobrevaloramos los aspectos positivos y olvidamos los atributos negativos. Antes de comprar un coche o una casa, comparamos aspectos positivos y negativos, pero una vez hecha la compra ya no queremos pensar en los aspectos negativos.
26.- Percepción selectiva
Relacionado con el sesgo de congruencia, tendemos a ignorar ciertas cosas si no están en consonancia con lo que creemos.
Por ejemplo, escuchamos más los medios que se alinean con nuestro espectro político. Cuando decidimos que «nos gusta» un líder o referente, somos más proclives a atender a las informaciones positivas que a las negativas.
27.- Efecto observador-expectativa
Se refiere a nuestra tendencia a encontrar lo que esperamos encontrar, incluso cuando no es la realidad.
Para un creyente en teorías de conspiración, cualquier información ayuda a confirmar su punto de vista. Si alguien argumenta lo contrario, es porque forma parte de la conspiración y miente, o porque aún no ha «despertado» y se traga el discurso oficial.
28.- Sesgo del experimentador
Un investigador puede, sin darse cuenta, influir en sus participantes para que vayan en una dirección determinada, o interpretar los resultados para que se ajusten a sus expectativas.
Para evitar este sesgo se pueden hacer experimentos «doble ciego», en el que ni el experimentador-observador ni el sujeto de la experiencia conocen el origen de la muestra o el tratamiento, durante el periodo que dura la experimentación, con el objeto de no influir en los resultados.
29.- Efecto avestruz
Ignorar información potencialmente incómoda o amenazante, en lugar de enfrentarla y resolver el problema.
Por ejemplo, si un individuo tiene síntomas de una enfermedad, pero tiene miedo de lo que pueda ser o de ir al médico, puede optar por ignorar estos síntomas en lugar de buscar tratamiento.
30.- Reflejo de Semmelweis
Relacionado con el sesgo de percepción selectiva, se da cuando se rechaza una nueva evidencia porque no coincide con las normas, creencias y paradigmas actuales.
En el siglo XIX, el médico húngaro Ignaz Semmelweis descubrió que la tasa de mortalidad entre las mujeres que daban a luz en los hospitales era mucho más alta que en los partos en casa.
Semmelweis también descubrió que la tasa de mortalidad disminuyó drásticamente cuando los médicos lavaban sus manos con cloro antes de atender a las mujeres. A pesar de la evidencia, muchos médicos se negaron a creer que sus propias manos pudieran ser responsables de la propagación de la infección, y el descubrimiento de Semmelweis fue ignorado durante décadas.
1.5 Percepción de los errores
31.- Sesgo del punto ciego
No reconocer nuestros propios sesgos cognitivos, incluso cuando podemos identificarlos en otros.
Por ejemplo, una persona puede criticar a otros por ser cerrados de mente o dogmáticos, pero no reconocer su propia tendencia a rechazar puntos de vista diferentes a los suyos.
32.- Cinismo ingenuo
Se da cuando una persona desconfía de las intenciones de otros sin tener una base sólida para hacerlo.
Por ejemplo, cuando pensamos que nuestro profesor nos tiene manía, o cuando pensamos que alguien nuevo tiene malas intenciones porque no lo conocemos.
33.- Realismo ingenuo
Creemos que vemos el mundo de manera objetiva y que otros que no lo ven de la misma manera están mal informados, son irracionales o sesgados.
Por ejemplo, cuando no queremos conocer otras formas de hacer algo nuestra porque nuestra forma es «sin duda» la más eficiente, cuando pensamos que otros crían mal a sus hijos porque no lo hacen como nosotros, o que nuestras creencias religiosas son las verdaderas y las demás no merecen crédito.
2.- Significado
No podemos procesar toda la información que recibimos, por lo que «llenamos los espacios entre los puntos» con lo que creemos que sabemos.
2.1 Vemos patrones e historias, incluso cuando apenas hay datos
Tendemos a encontrar patrones, aunque sólo existan en nuestra imaginación.
34.- Sesgo de confabulación
Se refiere a la tendencia a inventar o fabricar información para llenar los vacíos en la memoria o para justificar un comportamiento. A menudo la persona que sufre este sesgo no es consciente de que está inventando.
Este sesgo se puede dar al interrogar a alguien sobre un evento, cuando comienza a crear detalles para reforzar o hacer mas creíble su versión, o cuando alguien inventa detalles para justificar un mal comportamiento.
35.- Ilusión de agrupamiento
Creemos que vemos grupos incluso cuando los objetos se colocan al azar, o localizamos patrones en conjuntos de datos aleatorios, atribuyéndoles un significado que no es real.
Un estudio sueco en 1992 trató de determinar si las líneas eléctricas causaban algún tipo de efectos negativos para la salud. Tras comparar datos para más de 800 dolencias, se encontró que la incidencia de leucemia infantil era cuatro veces mayor entre las personas que vivían más cerca de las líneas eléctricas.
El problema con esta conclusión, sin embargo, fue que el número de dolencias potenciales, es decir, más de 800, era tan grande que creaba una alta probabilidad una o varias dolencias exhibieran la apariencia de una diferencia estadísticamente significativa solo por casualidad, una situación conocida como «problema de comparaciones múltiples». Los estudios posteriores no demostraron ninguna asociación entre las líneas eléctricas y la leucemia infantil.
36.- Insensibilidad al tamaño de la muestra
Nos fijamos en las estadísticas sin considerar el tamaño de la prueba. «Estudios demuestran que…». Si al estudiar algo, la muestra no es suficientemente grande, los resultados pueden no ser fiables. Por lo general, no nos fijamos en el tamaño de la muestra, o no se ofrece este dato.
37.- Negligencia de la probabilidad
Desatender una probabilidad relativamente pequeña de que algo suceda. Por ejemplo, no detenernos en un stop porque «nunca viene nadie».
38.- Falacia anecdótica
Evidencia basada en anécdota personal sin ninguna prueba contrastada. Se puede encontrar a menudo en debates, cuando se utiliza una anécdota o hecho aislado para desacreditar la postura de otra parte, aunque esté basada en datos. También se utiliza porque contar algo en forma de relato hace que se memorice mejor que datos, especialmente sin contexto.
39.- Ilusión de validez
Este sesgo se da cuando confiamos en nuestra propia capacidad para evaluar con precisión la información, incluso cuando la evidencia sugiere lo contrario. En general, se refiere a cuando decidimos según nuestra intuición, sin basarnos en datos objetivos o sin tener toda la información.
Puede ocurrir en procesos de selección de personal, si la persona encargada piensa que está utilizando criterios óptimos para evaluar al personal pero no es consciente de que no es así, o cuando un estudiante piensa que está aprendiendo porque estudia de memoria, pero luego no es capaz de aplicar estos conocimientos en un caso real.
40.- Falacia del jugador
Cuando nos basamos en datos del pasado que no tienen que ver con próximos eventos. Por ejemplo, cuando un jugador de ruleta cree que debe salir el rojo en la próxima jugada porque lleva saliendo negro varias veces (la probabilidad siempre es de 50%).
41.- Ilusión de actualidad
Tendencia a basar juicios o decisiones en la información que está más fácilmente disponible en la mente, en lugar de buscar información más relevante y precisa. Puede darse porque nos basamos en lo que tenemos mas fresco en la memoria, o porque nos basamos en las últimas noticias o acontecimientos sin mirar mas allá.
42.- Falacia de la mano caliente
Pensar que una persona que tuvo éxito en el pasado también tendrá éxito en el futuro. Por ejemplo, cuando un jugador de baloncesto lleva varios tiros seguidos sin fallar, o un jugador de póker lleva varias manos seguidas ganado, se dice que está «en racha». O cuando pensamos que una persona que ha tenido éxito en varios negocios va a triunfar en el siguiente, y quizá es un sector que no domina, o no tenemos en cuenta los fracasos que ha tenido.
43.- Correlación ilusoria
Ver correlación entre dos variables que no están relacionadas. Por ejemplo, relacionar el uso de protección solar y el cáncer de piel, cuando la verdadera relación es con la exposición a rayos UV. El protector solar ayuda a evitar estos efectos, pero es el exceso de sol, y no el uso o no de protector, lo que puede desarrollar el cáncer.
44.- Pareidolia
Ver patrones u objetos en algo que no está allí. Por ejemplo, ver formas en las nubes.
45.- Antropomorfismo
Personificar un animal u objeto, por ejemplo, ver caras en objetos inanimados.
2.2 Complementamos características desde estereotipos, generalidades y hechos pasados
Cuando (creemos que) tenemos información sobre algo, lo asociamos con cierta cosa o persona. Entonces, complementamos la información desconocida con lo que ya sabemos.
46.- Error de atribución grupal
Pensar que las características de una persona reflejan las características de todo el grupo, o se atribuye el comportamiento de los miembros de un grupo a características internas del grupo en lugar de factores externos. Por ejemplo, se puede atribuir la falta de éxito de un equipo deportivo a la falta de habilidad o disciplina en lugar de a factores como lesiones, falta de experiencia u otros factores externos.
47.- Sesgo de última atribución
Tendencia a hacer juicios sesgados y generalizar la conducta de un individuo basándose en las características de un grupo al que pertenece. Es atribuir la conducta de un individuo a características inherentes de su grupo, en lugar de a factores externos que puedan haber influido en su comportamiento.
Por ejemplo, si una persona comete un delito, podemos pensar que es porque pertenece al un determinado barrio, banda o clase social, y pensamos que todos los de su grupo serán iguales, o que si alguien tiene éxito puede ser porque su familia es de clase social alta y no ha tenido que esforzarse.
48.- Estereotipo
Una creencia generalizada acerca de una determinada categoría de personas. Ejemplos: los asiáticos son inteligentes y trabajadores, los latinos son perezosos y ruidosos, los hombres son agresivos, las mujeres emocionales…
49.- Esencialismo
Relacionada con la anterior, es la creencia de que los individuos o grupos tienen características inherentes, fijas e inmutables que los definen como miembros de un grupo determinado. Como creer que la identidad nacional es innata y que algunas características culturales son intrínsecas a la nacionalidad, o que la personalidad proviene de factores genéticos, y que los individuos tienen poca o ninguna capacidad para cambiar sus rasgos.
50.- Fijación funcional
La tendencia a ver un objeto, idea o problema sólo en términos de su función convencional, lo que limita la capacidad para ver soluciones creativas o diferentes. Como un cocinero que nunca prueba ingredientes nuevos, o un ingeniero que no explora nuevos materiales y técnicas.
51.- Autolicencia
Justificación de nuestras propias acciones, incluso si son incorrectas, con el fin de proteger la autoestima y preservar una imagen positiva de nosotros mismos. Por ejemplo, justificar hacer trampa en un examen porque hemos estudiado mucho, o un deportista que no llega en condiciones -poco descanso, resaca, etc- un día de partido porque lleva tiempo entrenando duro.
52.- Hipótesis del Mundo Justo
Pensar que el mundo es justo y que todos obtienen lo que les corresponde. Las personas que hacen cosas buenas serán recompensadas y las que hagan cosas malas serán castigadas. Ejemplos de este sesgo podrían ser justificar a un agresor porque se le ha provocado, o pensar que una persona que vive en la calle está en esa situación porque algo habrá hecho para merecerlo.
53.- Sesgo de autoridad
Valoramos la opinión de un autoritario, las personas siguen a las autoridades con bastante rapidez.
54.- Sesgo de automatización
También conocido como «sesgo de la tecnología», es la tendencia a confiar en la tecnología o los sistemas automatizados sin cuestionar su precisión o eficacia. Como descargar aplicaciones sin verificar si son seguras, creer algo porque lo hemos encontrado en Google o Youtube, o acabar perdidos por seguir el navegador del coche.
55.- Efecto Bandwagon
También llamado «efecto arrastre» o «efecto de la moda», o más peyorativamente «comportamiento gregario». Se refiere cuando las personas hacen cosas basándose en lo que hace la mayoría sin plantearse el porqué, si es la conducta óptima, o siquiera si es lo correcto.
Gracias a este sesgo, en política, cuando un candidato va bien en las encuestas mas gente lo vota porque «es el que va a ganar», o cambiamos nuestra forma de vestir o hablar para encajar en un grupo, o compramos un producto que no es la mejor opción para nosotros porque es el mas popular.
56.- Efecto placebo
Es el conjunto de efectos positivos que puede lograr algo en principio inocuo, cuando se cree que va a funcionar. Se utiliza entre otros casos, en estudios de medicina para comprobar el beneficio de utilizar o no un medicamento, o como sugestión para lograr mejoras en el ánimo o el rendimiento. También se considera el motivo de que funcionen tratamientos en medicina no convencional sin base científica (¿alguien ha dicho homeopatía?).
2.3 Juzgamos mas positivamente lo que ya conocemos
Preferimos personas o cosas que ya conocemos, les otorgamos cierto valor y calidad.
57.- Sesgo de homogeneidad del exogrupo
Tendencia a ver a los miembros de un grupo externo a nosotros mas parecidos entre ellos de lo que en realidad son. Esto ocurre porque no conocemos muchas personas en un determinado grupo y asociamos determinadas características a todo el grupo (estereotipo) sin pensar que pueden no cumplirse en todos los miembros de ese grupo. Ej: «Todos los comerciales son amorales».
58.- Efecto Cross-Race
En general se reconoce mas fácilmente caras de la raza propia antes que caras de otra raza. De este modo, para un caucasiano, todos las personas del este asiático se parecen, mientras que para las personas del este asiático, todos los caucasianos se parecen. Este sesgo desaparece cuando nos habituamos a tratar con una o varias razas diferentes de la propia, porque aprendemos a diferenciarlos mejor.
59.- Favoritismo dentro del grupo
O «ventaja endogrupo», preferimos a las personas de nuestro propio grupo en lugar de fuera del grupo. Esto puede darse en diferentes ámbitos, desde distintos departamentos de trabajo en una misma empresa, a equipos deportivos o grupos religiosos. Mientras mas fuerte es el sentimiento de pertenencia a una comunidad, con más frecuencia o intensidad se puede dar este efecto.
60.- Efecto Halo
La impresión general positiva o negativa que se tiene de una persona, entidad o empresa influye en la evaluación de otras características o habilidades de esa persona, aunque no tengan relación con lo que ya sabemos. Esto se da cuando nos gusta un líder político y valoramos mas positivamente sus decisiones (aunque sean en áreas que no domina) o cuando ya tenemos catalogado a un estudiante o trabajador como poco eficiente, y valoramos más negativamente cualquier cosa que haga.
61.- Efecto animadora
Las personas individuales se perciben como mas atractivas cuando forman parte de un grupo. Resulta curioso que este sesgo proviene de la serie de televisión «Cómo conocí a vuestra madre», y después se han realizado estudios que lo corroboran.
62.- Efecto de positividad
Tendemos a sentirnos atraídos por las personas positivas, y cuando alguien nos cae bien, tendemos a pensar que sus éxitos son mérito suyo, y sus fracasos, por causas externas. También ocurre al contrario cuando se valora negativamente a alguien.
63.- No inventado aquí
Conocido como NIH en inglés (not invented here), se refiere a no considerar ni adoptar ideas, productos, investigaciones, estándares o conocimientos porque provengan de fuentes externas. Esto se da en empresas, instituciones, y a veces en programación, utilizando soluciones internas sin llegar a evaluar otras opciones.
64.- Devaluación reactiva
Valorar menos lo que que viene de alguien con quien no se tiene afinidad, o de quien se desconfía. Por ejemplo, creer que podemos encontrar un producto más barato que lo que nos dice el vendedor, o valorar peor una propuesta política porque proviene de alguien en quien no se confía o con quien no se tiene afinidad.
65.- Efecto de carretera bien transitada
Preferir opciones populares o aceptadas, incluso si no son la mejor opción. Caemos en este efecto cuando compramos un modelo de móvil porque lo tienen varios de nuestro entorno (sin conocer a fondo las características), o cuando al visitar una nueva ciudad sólo se conocen los sitios más típicos.
2.4 Simplificamos probabilidades y números para hacerlos más fáciles
En general se nos dan mal las matemáticas, por lo que a menudo cometemos errores al calcular probabilidades.
66.- Contabilidad mental
El sesgo de contabilidad mental es un fenómeno en el que la gente categoriza y separa mentalmente su dinero o recursos en diferentes cuentas o categorías, lo que puede se útil, pero también llevar a decisiones irracionales o ilógicas. Por ejemplo, cuando se otorga mas valor a algo porque costó encontrarlo o conseguirlo, o si se gasta un dinero en cosas superfluas porque se obtuvo en un sorteo o de forma «no esperada».
67.- Apelación a la probabilidad
Este sesgo se da cuando consideramos que una posibilidad es probable, o que algo probable es una certeza. Relacionado con el sesgo de negligencia de la probabilidad, en este caso, damos por hecho algo que puede ser probable pero no ocurre siempre. Por ejemplo, una formación que sostiene que realizarla mejorará nuestra vida o nos hará ganar mas dinero (intervienen mas factores que la propia formación).
68.- Ley de Murphy
Asumimos que si existe la posibilidad de que algo malo suceda, realmente sucederá. «Todo lo que puede salir mal, saldrá mal». Por ejemplo, creer que si una tostada cae será por el lado de la mantequilla, o pensar que un aparato va a fallar cuando más lo necesitemos.
69.- Sesgo de normalidad
Se refiere a la tendencia a asumir que las situaciones comunes o «normales» son más frecuentes o más probables de lo que realmente son, como pensar que es poco común que una persona tenga una enfermedad rara, cuando en realidad hay muchas enfermedades poco comunes, o pensar que la mayoría de las relaciones románticas son felices y satisfactorias, cuando en realidad hay muchas relaciones infelices o tóxicas (o viceversa). Este sesgo se traduce en menos empatía hacia las personas o situaciones «no normales».
70.- Sesgo de suma cero
Es un error de pensamiento que implica ver una situación como una competencia de suma cero, donde las ganancias de un lado son iguales a las pérdidas del otro lado. Esto lleva a situaciones en las que en vez de tratar de resolver un problema, se trata de «evitar perder». Esto lleva a situaciones como cuando los políticos se centran en discutir en vez de en resolver problemas, o cuando en una negociación buscamos el provecho propio en lugar del mutuo.
71.- Sesgo de supervivencia
Fijarse solo en los que triunfan en un contexto en el que la mayoría fracasa. Esto pasa a menudo en finanzas, al no tener en cuenta las empresas que desaparecieron. Otro caso muy conocido fue en la segunda Guerra Mundial.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los Aliados mapearon los agujeros de bala en aviones que fueron alcanzados por fuego nazi. Buscaban reforzar las áreas que recibían mas castigo de la artillería enemiga. Su idea fue reconstruir y reforzar las áreas del avión que tenían mas puntos rojos (o que recibían mas balas). En teoría, era una deducción lógica. Después de todo, estas fueron las áreas más afectadas.
Pero Abraham Wald, un matemático, llegó a una conclusión diferente: los puntos rojos solo representaban el daño en los aviones que llegaron a casa. La áreas que realmente deberían reforzar, eran los lugares donde no había puntos, porque esos eran los lugares donde el avión no sobrevivía al recibir disparos.
72.- Efecto de subaditividad
Tendemos a subestimar el valor de cada componente de un todo, cuando esos componentes se consideran por separado, en comparación con el valor que se le atribuye al todo completo. Un ejemplo de esto se puede dar en la fusión de empresas, ya que se puede pensar que la suma del valor de dos empresas operando por separado puede ser menor a su valor si se fusionan, ya que apoyarse una en la otra puede mutiplicar, en vez de sumar, su valor. 2+2 no siempre es igual a 4; en situaciones complejas donde intervienen muchos factores, el resultado puede ser mayor o menor.
73.- Sesgo del número mágico
Se refiere a la ley de Miller que dice que el número de items que podemos recordar de una vez es de aproximadamente 7, por lo que si tenemos que memorizar números mayores es mejor agruparlos en grupos mas pequeños. Esto podemos verlo en cómo se agrupan los números en una tarjeta de crédito, o los números de teléfono. También se utiliza en el diseño de interfaces, para no ofrecer listados o menús con mas de 5-9 elementos (7 +/- 2). Normalmente, manejar mas de estos elementos en la memoria a corto plazo puede conducir a una sobrecarga cognitiva.
74.- Efecto de denominación
Como nombramos a las cosas influye en como las valoramos. Esto se utiliza a menudo en política; no es lo mismo «ley de protección de la vida» que «ley de restricciones al aborto». También en el ámbito comercial, esperamos un precio más caro en una prenda de Gucci que en una de Zara, aunque sea la misma prenda en ambos casos.
2.5 Creemos que sabemos lo que otros están pensando
A veces pensamos que los demás saben lo mismo que nosotros, o creemos que sabemos lo que piensan los demás.
75.- Ilusión de Transparencia
Creer que nuestras emociones y pensamientos son más obvios y evidentes para los demás de lo que realmente son. Por ejemplo, si una persona está enfadada pero no lo exterioriza, puede esperar que los demás se den cuenta de su enojo y actúen en consecuencia, lo que puede llevar a malentendidos y conflictos.
76.- Maldición del conocimiento
Mientras nos comunicamos con otros, a veces pensamos que saben lo mismo que nosotros. Esto se puede dar cuando utilizamos jerga técnica sobre un tema que dominamos, pero que la otra parte puede no comprender, o cuando damos por hecho que los demás entienden nuestra situación, y pueden no haber pasado nunca por algo parecido.
77.- Efecto Foco
Se da cuando nos centramos en un aspecto de una situación, obviando otros elementos que podrían ser también importantes. Es decir, «vemos los árboles pero no el bosque». Esto nos puede llevar a tomar decisiones viendo el beneficio inmediato pero no las consecuencias a largo plazo, o a juzgar a una persona basándonos en lo que vemos sin tener en cuenta lo que no conocemos.
78.- Sesgo de incentivos extrínsecos
Pensar que los demás están más motivados para hacer algo si reciben una recompensa extrínseca (como dinero) que una recompensa intrínseca (como aprender una nueva habilidad). Por ejemplo, se ha comprobado que a la hora de adiestrar a un gato (algo nada fácil), recompensarlos con comida no tiene por qué ser más efectivo que recompensarlos con muestras de cariño.
79.- Ilusión del agente externo
Tendencia a atribuir los resultados de nuestras acciones a factores externos, en lugar de reconocer nuestra propia responsabilidad en esos resultados. Como echarle la culpa al profesor si suspendemos, o atribuir a la suerte haber ganado una prueba.
80.- Ilusión de percepción asimétrica
Tendencia a pensar que nuestra percepción de una situación es más precisa y objetiva que la de los demás. Esto puede hacer que se subvaloren las opiniones de los demás, o que descartemos otros puntos de vista sin evaluarlos.
2.6 Miramos al pasado y al futuro con nuestro pensamiento actual
Se nos da mal estimar qué tan rápido o lento sucederán ciertas cosas, y en general, predecir el futuro.
81.- Retrospección color de rosa
Es la tendencia a recordar los eventos pasados de una manera más positiva de lo que realmente fueron. Se da cuando un estudiante recuerda su época universitaria como la mejor de su vida, olvidando los momentos de estrés y presión académica, o si una persona recuerda una relación pasada como perfecta, olvidando los problemas y las discusiones que tuvieron en realidad.
82.- Sesgo telescópico
A menudo calculamos mal cuando ocurrió, o va a ocurrir algo, en especial eventos distantes en el tiempo. Por ejemplo, creemos que una canción que nos gusta aún es reciente, aunque puede tener mas de 10 años, que el tiempo para recuperarnos de una lesión pasó muy rápido si ocurrió hace años, o que nuestro negocio recién lanzado va a funcionar en pocos meses aunque posiblemente tome mas tiempo.
83.- Sesgo retrospectivo
También conocido como efecto Hindsight, ocurre cuando creemos que los eventos pasados fueron más predecibles de lo que realmente fueron. Escuchamos ejemplos de este sesgo cada vez que se analiza un partido y los cambios que se hicieron a posteriori, o cuando damos por obvio que un candidato político ganaría las elecciones, aunque justo antes las encuestas estaban reñidas.
84.- Sesgo de resultado
Parecido al anterior, se evalúa una decisión cuando ya se conoce el resultado. Si se gana, el entrenador acertó, si se pierde, se equivocó con la alineación y los cambios.
85.- Sesgo de la suerte moral
Este sesgo se da cuando atribuimos a nuestras capacidades internas éxitos (o fracasos) en los que también influyeron factores externos como la suerte, el momento apropiado, etc.
Algunos ejemplos pueden ser un deportista que atribuye su éxito solo al esfuerzo, cuando también influyó una buena genética, el trabajo de sus entrenadores, o que su principal rival estaba lesionado cuando ganó la competición. O un empresario que piensa que su negocio ha triunfado debido a su planificación, sin tener en cuenta que la ubicación, la presencia de poca competencia en su zona, o incluso el momento en que abrió su negocio, también influyeron.
86.- Declinismo
Relacionado con el sesgo de Retrospección color de rosa, el sesgo del declinismo hace pensar que todo está cambiando a peor, que el futuro va a ser peor que el presente, y se tiende a pasar por alto las mejoras y logros que han ocurrido.
«La juventud de hoy ama el lujo. Es mal educada, desprecia la autoridad, no respeta a sus mayores, y chismea mientras debería trabajar. Los jóvenes ya no se ponen de pie cuando los mayores entran al cuarto. Contradicen a sus padres, fanfarronean en la sociedad…«. ¿Te suena esta cita como algo actual? Pues es de Sócrates, hace más de 2.500 años.
87.- Sesgo de impacto o pronóstico afectivo
Nos resulta difícil estimar cuánto impacto emocional tendrán sobre nosotros ciertas acciones o eventos. Pensamos que algunas situaciones nos afectarán menos de lo que en realidad nos afectan, o viceversa. Por ejemplo, después de hacer una entrevista de trabajo podemos pensar que si no lo logramos se escapará el puesto perfecto para nosotros, sin considerar la capacidad de adaptarnos y encontrar nuevas posibilidades.
88.- Sesgo de optimismo
Tendencia a sobreestimar la probabilidad de que ocurran resultados positivos y subestimar la probabilidad de que ocurran resultados negativos. Se da mas a menudo en gente joven, que suele contemplar menos la posibilidad de que ocurran cosas negativas, pero se puede encontrar en cualquier edad, especialmente en las personas más optimistas. Por ejemplo, cuando pensamos que no podemos tener un accidente de tráfico o un problema de salud.
89.- Falacia de planificación
Subestimamos el tiempo que realmente nos llevará una tarea, y es habitual sobrestimar el tiempo que otros necesitan para una tarea. Solemos pensar que podremos hacer mas trabajo en una semana del que sacamos en realidad, al no tener en cuenta imprevistos, interrupciones, etc.
90.- Sesgo a favor de la innovación
Cuando se valora más la innovación que la eficacia. Ocurre cuando se lanzan o utilizan tecnologías aún no suficientemente probadas porque son novedosas, o cuando seguimos una dieta porque es nueva en vez de otra con resultados probados.
91.- Sesgo de restricción
Tendencia a enfocarse en un conjunto limitado de opciones o soluciones, ignorando otras alternativas válidas. Se puede dar al buscar trabajo sólo en nuestro sector, ignorando que nuestro perfil puede ser útil en otros sectores, o considerar sólo opciones que conocemos, sin valorar novedades u opciones fuera de nuestra área de conocimiento. En general es una forma de pensamiento que limita las posibilidades de encontrar soluciones diferentes o innovadoras.
3.- Velocidad
Estamos limitados por el tiempo, pero esto no nos impide actuar. Con cada nueva información, buscamos aplicaciones de lo aprendido.
3.1 Para tener un impacto necesitamos confianza y sentir que lo que hacemos es importante
A menudo tenemos demasiada confianza en nosotros mismos, pero sin confianza en nosotros mismos no actuaríamos.
92.- Efecto de exceso de confianza
Pensamos que tomamos mejores decisiones de las que realmente tomamos, especialmente si nuestra confianza en nosotros mismos es alta. «Con mirar a una persona a los ojos ya sé como es».
Este sesgo cognitivo se da cuando se responde para ajustarse a las expectativas sociales y a la imagen que tenemos de nosotros mismos, en lugar de dar respuestas mas honestas o precisas. Podemos observar muchos ejemplos de este sesgo abriendo Instagram, u observando como habla de sí misma una persona ante un grupo al que quiere caer bien o gustar.
94.- Efecto de tercera persona
Es la tendencia a pensar que los demás están en mejor situación o tienen problemas más fáciles que los propios, por no observar todos los detalles. Es un limitador de la empatía, que también puede limitar la capacidad propia de superar problemas por pensar que estamos en inferioridad frente a los demás.
95.- Efecto de falso consenso
Pensar que nuestro propio comportamiento y las elecciones que hacemos son «normales», y que otros comportamientos son menos habituales de lo que son realmente. Por ejemplo, pensar que quienes no piensan como nosotros son minoría, o minimizar la importancia de un problema porque nunca lo hemos experimentado.
96.- Efecto Difícil-Fácil
Es la tendencia a sobrevalorar la dificultad de las cosas que no sabemos hacer o se nos dan mal, y a subvalorar la dificultad de las cosas que sabemos hacer bien o para las que tenemos mejores condiciones que la media. Este sesgo cognitivo puede llevarnos a no valorar nuestras capacidades y habilidades, ya que pensamos que lo que se nos da bien es fácil y puede hacerlo cualquiera.
97.- Efecto del lago Wogebon
Trata de la tendencia natural a sobreestimar nuestras propias capacidades respecto a las de los demás. Por ejemplo, casi nadie admite estar por debajo del promedio en ninguna habilidad o característica personal, salvo cuando es obvio (x ej, altura). En general, preferimos pensar que estamos en el promedio o por encima.
98.- Efecto Dunning-Kruger
Relacionado con el síndrome del impostor y opuesto al anterior, se da cuando personas con habilidades bajas sobrestiman su propia habilidad, y personas con mucha más capacidad subestiman su propia habilidad. Por ejemplo, un músico aficionado puede creer que toca muy bien un instrumento, mientras que un músico profesional puede darse cuenta de que aún tocando mejor que el aficionado, aún tiene limitaciones en su técnica y amplio margen de mejora.
Esto nos lleva al síndrome del impostor: Mientras más sabemos sobre un tema, mas conscientes somos de todo lo que no sabemos, lo que en ocasiones puede acabar en que pensemos que no somos lo bastante buenos, o aún peor, un completo fraude, porque nos toman por alguien que sabe sobre un tema y sentimos que no sabemos lo bastante.
99.- Sesgo egocéntrico
Cuando damos demasiado valor a nuestra propia perspectiva y opinión por ser nuestras, reduciendo la importancia de las opiniones de los demás. «Si lo entendieras, estarías de acuerdo conmigo».
100.- Sesgo de optimismo
Tendencia a ser demasiado optimistas sobre el futuro, subestimando la probabilidad de que ocurran eventos negativos. Relacionado -aunque no igual- con el sesgo del exceso de confianza, en este caso ocurre cuando consideramos mayores las posibilidades de que ocurran cosas positivas que negativas.
101.- Efecto Barnum o Efecto Forer
Es cuando vemos algo que parece «estar dirigido a nosotros» pero en realidad no es concreto y podría aplicarse a mucha gente. Este sesgo cognitivo lo podemos ver en cómo muchas personas interpretan el horóscopo, y se utiliza a menudo en copywritting para para que nos identifiquemos con un texto o descripción.
102.- Sesgo egoísta
O sesgo de la auto-referencia, se da cuando evaluamos las situaciones y eventos en función de cómo nos afectan. Algunos ejemplos son pensar que si una película nos gusta es porque es buena, o que merecemos un aumento porque hemos trabajado duro, aunque no hayamos logrado buenos resultados.
103.- Sesgo actor-observador
Nuestra opinión acerca de un hecho cambia según si estamos involucrados o sólo somos observadores. Cuando estamos involucrados, tendemos más a atribuir el comportamiento a la situación que a nuestra personalidad. Al contrario, cuando somos observadores, atribuimos el comportamiento a que la persona a la que observamos «es así». Por ejemplo, si vemos un vídeo de alguien robando en una tienda, es porque es un ladrón. Si en el vídeo salimos nosotros, nos excusaremos con argumentos como «lo necesitaba, no tenía dinero», etc.
104.- Ilusión de control
Creer que podemos influir en ciertos eventos aunque no sea así. Se da cuando se realizan acciones para tener más suerte en un juego (jugadores de fútbol entrando al campo con la pierna derecha), se piensa en un huevo rosa para encontrar aparcamiento, o se baila la danza de la lluvia para acabar con la sequía.
105.- Superioridad ilusoria
Sobrestimamos nuestra propia capacidad y nuestras propias cualidades sobre las de los demás. Es básicamente una ilusión de superioridad subjetiva, como cuando un alumno se siente superior a los demás aunque las notas no lo justifiquen, o un empleado que se cree imprescindible en su trabajo. A menudo provoca que cometamos errores por exceso de confianza o por subestimar a los demás.
106.- Sesgo de adscripción de rasgos
Se da cuando juzgamos a los demás en base a su comportamiento, sin tener en cuenta las circunstancias. Por ejemplo, vemos a un conductor ejecutar una mala maniobra, y pensamos que es mal conductor, pero no que quizá tenga una urgencia, un problema en su vehículo, o le haya pasado algo malo que distrae su atención.
107.- Justificación del esfuerzo
El valor que le damos a un resultado está determinado por la energía que tuvimos que poner en él. Por ejemplo, si compramos algo caro, podemos vernos justificando el precio aunque el resultado no sea tan bueno, o siendo estudiantes valoramos mas la nota de una asignatura que nos costó más esfuerzo, aunque no sea de las más importantes.
108.- Compensación de riesgo
Nos volvemos más cautelosos cuando el riesgo es alto y menos cautelosos cuando nos sentimos confiados y seguros. Por este motivo, en muchos casos es menos probable que nos distraigamos al volante con lluvia intensa, y corramos mas riesgos con mejor clima y menos tráfico.
3.2 Preferimos las cosas conocidas que podemos hacer de inmediato
Valoramos las cosas en el presente más que en el futuro.
109.- Gratificación Instantánea
Preferimos una recompensa si la obtenemos antes, inconscientemente asignamos un descuento a una recompensa que está más lejos. «Más vale pájaro en mano que ciento volando». Este sesgo se utiliza a menudo en juegos y apps móviles, desde las notificaciones por «me gusta», hasta los premios aleatorios que se dan en muchos juegos por conectarte a diario.
110.- Apelar a la novedad
Subestimar el status quo y pensar que lo nuevo siempre es mejor. ¿Has visto alguna vez la cola en una tienda de Apple cuando sacan móvil nuevo?
111.- Efecto de víctima identificable
Estamos más dispuestos a ayudar si vemos una víctima que si un grupo grande necesita la misma ayuda. En la publicidad de las ONGs se intenta siempre que salgan personas concretas, mejor si es con nombre propio.
3.3 Es más probable que completemos las cosas si ya hemos invertido tiempo y energía en ellas
Queremos terminar las cosas que ya empezamos, aunque encontremos razones para parar.
112.- Efecto Zeigarnik
Recordamos mejor las tareas inconclusas que las completadas. Un camarero recuerda lo que falta por llevar de una comanda, pero 5 minutos después de que los comensales se vayan, no recuerda qué pidieron. ¿Alguna vez has visto como se abre un pop-up con un formulario a rellenar, y arriba pone que ya está hecho el 50%? Es otro ejemplo de uso de este sesgo.
113.- Falacia del costo hundido
También conocida como falacia del gasto irrecuperable, se da cuando nos aferramos a una inversión o decisión, incluso si no es la mejor opción, porque se ha invertido una cantidad significativa de tiempo, esfuerzo o recursos en ella. Por ejemplo, un negocio que continúa invirtiendo en un proyecto no rentable porque ya ha invertido mucho tiempo y dinero en él, o un estudiante que no deja una carrera que ya no le motiva porque ha invertido años y esfuerzo.
114.- Escalada irracional
Aumentar la inversión en algo aunque veamos que no está funcionando. Está relacionado con el sesgo anterior, pero en este caso, no sólo mantenemos la inversión, sino que la aumentamos con la esperanza de lograr resultados, aunque los indicios vayan en dirección contraria.
115.- Aversión a la pérdida
Nos movemos antes para evitar perder algo que para ganar algo. Una forma muy burda de utilizar este efecto en publicidad es la manida frase de «¿te lo vas a perder?». Los políticos lo utilizan también en campaña, para señalar lo que se pierde si gana el adversario, en lugar de centrarse en lo que se gana si se les elige a ellos.
116.- Efecto IKEA
Damos más valor a los productos que hemos ayudado a crear. A veces, las marcas involucran a sus seguidores en la creación de nuevos productos, para aumentar la identificación con los mismos, por ejemplo, Fanta con los sabores nuevos. También es el motivo por el que los muebles de Ikea, aunque no sean los de mayor calidad, se reutilizan y customizan tanto (algo que por supuesto, la propia marca promueve).
117.- Sesgo de Unidad
Este sesgo se da cuando percibimos algo como un todo, en vez de como la suma de sus partes. Esto puede hacer que no nos planteemos ciertas cosas. Se da cuando en cine se retrata un país según un conjunto de estereotipos, o cuando comemos mas de la cuenta por no dejar nada en el plato.
En Google, cambiaron los platos de su comedor por unos mas pequeños, y con este cambio lograron que se tomaran raciones mas pequeñas en el almuerzo. Esto trajo un aumento de la productividad al tener almuerzos menos pesados.
118.- Sesgo de riesgo cero
A menudo se tiende a elegir opciones que eliminan completamente un riesgo, aunque no sean las mejores opciones en términos generales. Por ejemplo, elegir un tratamiento médico con menos efectos secundarios aunque sea menos efectivo, elegir inversiones muy conservadoras aunque la ganancia sea menor, o un trabajo peor pagado pero del que creemos que no van a echarnos.
119.- Efecto de la dificultad de procesamiento
Tendencia a evaluar positivamente la información que es fácil de procesar y negativamente la información que es difícil de procesar. Por eso las cosas explicadas de forma sencilla resultan mas atractivas. También puede ocurrir que un estudio con un lenguaje difícil y gráficos complicados parezca mas completo aunque no lo sea.
120.- Efecto de dotación
Ocurre cuando se valoran más los objetos o posesiones que ya se tienen en comparación con los objetos o posesiones que no tenemos. Cuando valoramos la casa o coche que vamos a vender por encima de su valor de mercado, o creemos que merecemos un aumento de sueldo porque nos han hecho una oferta al alza en otra empresa, estamos cayendo en este sesgo.
121.- Efecto contraproducente
También conocido como efecto boomerang, se refiere al resultado de un esfuerzo o acción bien intencionada que produce un resultado opuesto al esperado. Por ejemplo, cuando se saca una campaña publicitaria que recibe críticas y produce el efecto opuesto al buscado, o cuando se prohibe algo y el efecto que se logra es que se potencia la actitud que se pretendía reprimir.
3.4 Para evitar errores y mantener el estatus en un grupo evitamos decisiones irreversibles
Preferimos las elecciones sin riesgo o que mantengan lo que ya tenemos.
122.- Psicología Inversa
Promover una creencia o conducta contraria a la conducta deseada, la persona entonces se inclina más a empezar a hacer lo contrario (que realmente es lo deseado). ¿Recuerdas el famoso slogan de los detergentes Colón? «Busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo». Se utiliza a menudo con niños: «no hagas la tarea, seguro que no pasa nada».
123.- Efecto señuelo
Las personas tienden a elegir entre dos opciones si se les da una tercera opción que no es interesante. Esto se utiliza a menudo en tablas de precio, cuando se comparan 3 opciones, ya sean productos, opciones de suscripción, etc.
Por ejemplo, un restaurante ofrece dos opciones de menú: un menú de tres platos por $ 30 y un menú de cinco platos por $ 50. Para atraer a más clientes a elegir el menú de cinco platos, se presenta una opción adicional de siete platos por $ 60. Aunque el menú de cinco platos sigue siendo la opción más costosa, se presenta como una opción más razonable en comparación con la opción de siete platos, lo que lleva a los clientes a elegir el menú de cinco platos.
124.- Reactancia
El efecto de reactancia ocurre cuando sentimos que se nos está limitando la libertad de acción, por ejemplo si se nos presiona para que nos inclinemos por una opción cuando estamos tomando una decisión. Esto puede provocar el efecto contrario, que no elijamos la mejor opción, porque se nos ha presionado demasiado para tomar esta elección. Está relacionado con la psicología inversa, pero en este caso ocurre justo al revés.
Por ejemplo, si nuestros padres nos presionan demasiado para que elijamos una carrera profesional, o determinados estudios universitarios, pueden provocar el efecto contrario, y que acabemos estudiando otra cosa, incluso a pesar de que la opción con la que nos presionaban quizá nos parecía también atractiva.
Para evaluarnos a nosotros mismos, nos comparamos constantemente con los demás. Si un estudiante o empleado recibe una buena valoración pero la de sus compañeros es mejor, le dará menos valor a su logro. También funciona al revés: si la nota no es buena pero la de los demás es peor, no parece tan mala.
126.- Sesgo del status quo
Este sesgo se da en personas a las que les cuesta abrazar el cambio, y que siempre prefieren la situación actual a los cambios, incluso si son a mejor. Está relacionado con la aversión a la pérdida.
En esta conversación de la película Clercks (en inglés, no he podido encontrar la escena en español) se ve un ejemplo perfecto de este sesgo. Dante y Randall (1:05) hablan de la imposibilidad del primero de cambiar su propia vida (porque le cuesta cambiar las cosas). Dante acaba explicando (3:09) que su madre le contó que cuando era pequeño se hizo sus necesidades encima por no levantar la tapa del water. Es un ejemplo extremo, pero ilustrativo.
3.5 Preferimos opciones simples e información completa antes que opciones ambiguas e incompletas
Preferimos hacer algo que sea rápido y simple en lugar de algo que sea difícil porque creemos que podemos aprovechar mejor el tiempo con las tareas rápidas y fáciles.
127.- Efecto Menos es mejor
También conocido como «paradoja de la elección», mientras más opciones tenemos, más difícil resulta elegir, por lo que en ocasiones puede que no tomemos ninguna decisión.
Esto se utiliza tanto en el diseño de menús de navegación, para reducir el número de opciones, como en variaciones de un producto, como en el famoso experimento de las mermeladas en un supermercado.
En el experimento, se colocaron dos mesas en una tienda de comestibles, una con seis variedades de mermelada y la otra con 24 variedades de mermelada. Los investigadores midieron cuántas personas se detuvieron en cada mesa y cuántas compraron algo.
Aunque se detuvieron más personas en la mesa con 24 variedades de mermelada, menos personas compraron algo en esa mesa en comparación con la mesa con seis variedades de mermelada. Solo el 3% de las personas que se detuvieron en la mesa con 24 variedades de mermelada compraron algo, mientras que el 30% de las personas que se detuvieron en la mesa con seis variedades de mermelada compraron algo.
128.- Falacia de la conjunción
Cuando se asume que dos eventos separados es más probable que ocurran juntos que de manera separada. Es importante recordar que la probabilidad de dos eventos juntos siempre será menor o igual que la probabilidad de un evento solo, debido a que el evento conjunto implica una condición adicional que debe cumplirse.
Por ejemplo, una película es más probable que sea un éxito de taquilla si tiene una gran estrella protagonista y un director aclamado. Aunque estos factores pueden aumentar la probabilidad de que la película sea un éxito, no hay garantía de que esto suceda (el guión puede ser nefasto, entre otros factores).
Las casas de apuestas utilizan a menudo este sesgo para atraer a los jugadores a realizar apuestas combinadas. En estas apuestas, se combinan dos o más resultados de eventos deportivos, como el resultado de varios partidos de fútbol. Sin embargo, en realidad, cada evento deportivo es independiente y tiene su propia probabilidad de éxito o fracaso, por lo que las apuestas combinadas tienen menos probabilidades de éxito que las individuales.
129.- Ley de la Trivialidad
Centrarse en detalles sin importancia (si poner o no una coma en un texto) cuando hay cosas mucho más importantes (presupuesto de campaña) para discutir. Desviar la atención a estos detalles sin importancia en una negociación puede hacer que otros detalles que también podrían ser polémicos no se tengan tan en cuenta. Un gran ejemplo de esto en diseño es la teoría del brazo peludo.
130.- Efecto de la rima como razón
Un dicho suena más creíble si se presenta en forma de rima. «El que la sigue la consigue», «a rey muerto, rey puesto», «a quien madruga Dios le ayuda», «genio y figura hasta la sepultura», «el que tiene boca se equivoca». Cada vez se utilizan más las rimas en copywritting.
131.- Sesgo de creencias
A priori, le damos mas crédito a una afirmación si apoya lo que ya creemos, y nos resulta menos creíble si contradice lo que pensábamos. Este sesgo lo vemos en quienes creen teorías de la conspiración, con las creencias religiosas, y por supuesto en política.
132.- Sesgo de información
A veces tendemos a buscar información que respalde lo que creemos, y si por el camino encontramos información que la contradice, tendemos a ignorarlo. Esto se da a menudo con las noticias que encontramos en redes sociales, ya que si el algoritmo detecta que nos gusta un tipo de contenido (cuando se habla bien de nuestro partido político y mal de los otros) nos presentará más y más noticias de este tipo, reafirmando nuestras creencias y evitando que veamos otros puntos de vista.
133.- Sesgo de ambigüedad
Preferimos opciones conocidas y con poca ambigüedad, antes que aquellas cuya probabilidad de éxito es desconocida. Por ejemplo, preferir estudiar una carrera con salidas conocidas que otra que es nueva, y cuyas salidas no están tan claras, aunque el potencial pueda ser mayor. Este sesgo ilustra por qué las empresas con productos radicalmente nuevos y disruptivos pueden encontrar dificultades en lograr financiación si aún no han podido demostrar resultados.
4.- Memoria
Hay tanta información que solo intentamos memorizar lo que nos ayudará en el futuro.
4.1 Modificamos los recuerdos
Los recuerdos pueden hacerse más vívidos, podemos mezclar detalles y, a veces, incluso agregamos cosas nosotros mismos sin darnos cuenta. Cada vez que accedemos a un recuerdo existe la posibilidad de que lo modifiquemos sin ser conscientes de ello.
134.- Atribución errónea de la memoria
A veces no recordamos las cosas como sucedieron. De hecho, la mayoría de detalles se difuminan, incluso aunque haya pasado poco tiempo. Puedes ver varios ejemplos de la poca exactitud de nuestros recuerdos en el tercer episodio de «Brain Games» (Actualmente en Disney+).
135.- Confusión de origen
Tendemos a olvidar dónde encontramos una determinada información, lo que puede hacer que pensemos que es más certera de lo que es en realidad. Se da cuando aceptamos una teoría sin comprobar informaciones nuevas, o porque proviene de una fuente en la que confiamos, aunque no hayamos comprobado su veracidad de ninguna otra forma.
136.- Criptomnesia
El sesgo favorito de Steve Jobs ;). Creer que algo que escuchamos o vimos en otro sitio es una idea propia. Ocurre en el arte, cuando alguien cree que compone una obra original pero en realidad se basa en algo que ha visto o escuchado, o cuando un inventor intenta patentar algo nuevo y descubre que ya existía. Por supuesto, dos personas pueden llegar a la misma conclusión sin conocer las ideas del otro, pero es bastante más común que nos basemos en cosas que hemos visto o escuchado pero ya no recordamos de forma consciente.
137.- Memoria falsa
Recordar cosas que pensamos que hicimos, pero que en realidad nunca sucedieron. Tendemos a pensar que nuestros recuerdos son certeros, pero no sólo no es así, sino que se modifican con facilidad. También es mucho más fácil de lo que se cree implantar recuerdos falsos en otra persona. En este artículo de Gizmodo puedes ver varios ejemplos de este sesgo.
138.- Sugestionabilidad
Lo que dicen los demás afecta a nuestra percepción y recuerdos, resulta más fácil influirnos de lo que creemos. Esto ocurre cuando las ideas de otros afectan nuestra opinión sobre una película, cuando empezamos a escuchar cosas raras si los demás creen que estamos en una casa encantada, o cuando leemos sobre una enfermedad que creemos que podemos estar padeciendo y empezamos a experimentar los síntomas que hemos leído.
139.- Efecto espaciado
Muy útil para estudiantes: al poner más tiempo entre estudios recordamos mejor las cosas porque entran en nuestra memoria a largo plazo. Eso ocurre al aprender una pieza musical de varias sesiones en vez de una, al estudiar idiomas, o en cualquier situación en la que queremos aprender algo y no olvidarlo al cabo de un tiempo.
4.2 Evitamos recordar cosas específicas para agregar generalidad
Por necesidad, evitamos recordar detalles específicos para agregar generalidad, pero pueden darse incongruencias al hacerlo.
140.- Desvanecimiento del sesgo afectivo
Los recuerdos con asociaciones negativas se olvidan más rápido que los recuerdos positivos. Con experiencias traumáticas, a veces bloqueamos totalmente el recuerdo.
141.- Prejuicio estereotípico
Prejuzgamos a las personas en función del grupo en el que las colocamos, por ejemplo, su afiliación política, género, edad, religión o raza. Es decir, si acabamos de conocer a alguien, pero ya conocemos, por ejemplo, su afiliación política o su religión, probablemente ya tendremos unas ideas preconcebidas sobre su forma de pensar.
4.3 Reducimos eventos y listas a sus elementos más importantes
Las listas y los eventos no son fáciles de memorizar, por lo que extraemos solo las partes más interesantes.
142.- Efecto de posición en serie
Recordamos mejor los primeros y últimos elementos de una lista. Por esto existe una agencia de publicidad que se llama 101, una tienda online que se llama Amazon, Una agencia de empleo que se llama Adecco, una consultora que se denomina Atos, una aplicación de videollamadas que se llama Zoom, o unos amplificadores de guitarra que se llaman ZT.
143.- Efecto reciente
Tenemos mas en cuenta las cosas que sucedieron más recientemente. Por esto nos fijamos más en el desempeño de un jugador en los últimos partidos antes que considerar la temporada completa, se presta más atención a los últimos movimientos de mercado que en las tendencias a mas largo plazo, o resulta más importante el último debate de una campaña que tener en cuenta toda la trayectoria política.
144.- Efecto de primacía
Recordamos mejor la información recibida primero. Por esto la apertura en una conferencia es importante, y los primeros en un casting tienen mas posibilidades, al igual que los primeros candidatos (también los últimos) en una mañana haciendo entrevistas de trabajo. También por esto, en un telediario, las primeras noticias son las mas importantes.
145.- Inhibición de la memoria
La mayoría de la información que consideramos irrelevante no se retiene. Esto puede ser un problema si no identificamos bien qué es lo relevante, y qué no lo es. Así, si nos piden detalles de una escena que hemos presenciado, recordaremos las cosas mas llamativas, y pasaremos por alto muchos otros detalles. Esto se utiliza a menudo en el ilusionismo, desviando la atención para que pasemos por alto el truco.
146.- Efecto de modalidad
La forma en que se presenta el conocimiento contribuye a qué tan bien se recuerda el conocimiento. En general, el conocimiento se transfiere mejor mediante una presentación visual o de audio, que mediante texto, aunque diferentes personas tienen diferentes formas óptimas de memorizar. Por ejemplo, muchas personas pueden haber leído sobre la guerra de Troya, pero probablemente recordarán mas detalles si han visto la película.
147.- Negligencia en la duración
En general no somos buenos valorando la duración de determinados eventos, en especial si ha pasado un tiempo desde que ocurrieron. Por ejemplo, las horas pueden pasar volando si estamos jugando a un juego, o hacerse eternas si asistimos a una clase o conferencia aburrida. También es mas fácil recordar el dolor de una lesión, que cuanto tiempo estuvimos lesionados.
148.- Efecto de recuperación en serie
Recordamos mejor el principio y final de cualquier evento. Por ejemplo, si tratamos de contarle a alguien un episodio de una serie de televisión, probablemente nos dejaremos atrás varias de las cosas que ocurrieron en medio del episodio. Esto también ocurre con las clases, por lo que suele ser mas necesario repasar las cosas que se vieron en la parte dcentral de la misma.
149.- Efecto de desinformación
Se pueden reajustar los recuerdos de un evento después de escuchar información adicional sobre este evento, en especial si es mas interesante o emocionante. Por ejemplo, si asistimos a una representación o festival, y luego hablamos sobre esto con otros asistentes, nuestro recuerdo puede variar para incorporar elementos que no percibimos en su momento pero se mencionaron en esas conversaciones posteriores.
150.- Regla del pico final
El valor que le damos a un recuerdo no está determinado por el promedio de ese evento, sino por su pico y final. Esto lo saben muy bien los artistas, que preparan a fondo estos momentos álgidos, y el final del show.
4.4 Almacenamos los recuerdos según experimentamos la situación
Almacenamos la información según cómo se presenta o cómo nos hace sentir, antes que según su valor.
151.- Efecto de los niveles de procesamiento
Cuanto mejor analizamos algo y más energía ponemos en la información, mejor la recordamos. Por esto, cuando almacenamos información relaciónandola con otras cosas es más fácil recuperarla. Por ejemplo, si te piden que recuerdes una imagen, recordarás mejor los detalles si la describes o que la dibujas, en lugar de simplemente mirarla.
152.- Distracción
Hay tres motivos para no prestar atención u olvidarse de las cosas:
- Falta de interés.
- Foco en un elemento y olvido del resto.
- Distracción por factores externos.
Este sesgo es el que provoca que no encontremos las llaves que acabamos de soltar, que no nos enteremos de nada en clase si algo nos preocupa, o que olvidemos qué íbamos a hacer cuando salta una notificación en el móvil y la miramos.
153.- Efecto puerta
Resulta fácil olvidar lo que íbamos a hacer cuando cruzamos una puerta y llegamos a otra estancia.
Este sesgo lleva estudiándose desde 2006. Por lo que se sabe actualmente, cambiar de estancia (en especial si son muy diferentes, como de un jardín al salón) nos puede distraer con facilidad para olvidar lo que íbamos a hacer. ¿El remedio? Pensar activamente el motivo de cambiar de estancia en el momento que lo vamos hacemos, para no distraernos y olvidar la tarea.
154.- Efecto de prueba
También conocido como recuerdo activo, o aprendizaje mejorado con pruebas, se refiere a que los recuerdos que se recuperan a menudo se graban mejor en la memoria a largo plazo. Por esto, exámenes y pruebas de memoria sirven como instrumento de aprendizaje, además de evaluación.
La recuperación activa funciona mejor que la pasiva. Se ha comprobado que cuando la lectura es seguida por un intento de recordar los elementos, la retención mejora. Así es como los actores aprenden a recordar un guión largo palabra por palabra.
155.- Efecto siguiente en la línea
Las cosas que escuchamos, vemos o experimentamos justo antes de que necesitemos actuar, las recordamos peor que las cosas más adelante o después, porque nuestra mente ya está proyectando lo que va a hacer, en lugar de estar pendiente del entorno.
156.- Efecto Google
A veces llamado amnesia digital, olvidamos información que sabemos que podemos encontrar fácilmente en internet. Esto no afecta a nuestra capacidad de memoria en general, sino a lo que seleccionamos como importante para memorizar.
¿Son estos todos los sesgos cognitivos que existen?
Hay catalogados más de 180 sesgos cognitivos diferentes, y no todas las personas se ven influenciadas por los mismos sesgos. Pero a todos nos ha influenciado en algún momento uno, o varios, sesgos cognitivos.
Muchos de estos sesgos se utilizan a menudo en marketing y ventas, algunos de forma muy descarada. Hemos visto 156 sesgos cognitivos, algunos muy populares, y otros muy desconocidos.
¿Por qué no están todos?
No todos son igual de útiles, claros o fáciles de explicar. Por ejemplo, la sensación de tener algo en la punta de la lengua, pero que no termina de salir, es un sesgo cognitivo. ¿De qué sirve conocerlo? De poco, porque ni ayuda a evitarlo, ni cambia la toma de decisiones, o cómo percibimos algo.
Otros son muy parecidos entre sí, o desarrollan un aspecto de otro sesgo.
Aunque la mayoría son muy útiles, no ocurre con todos. Y se continúan añadiendo nuevos sesgos. Si echas en falta algún sesgo cognitivo que te parezca importante, escríbeme y consideraré incluirlo.
Fuentes de este artículo
Este artículo está basado principalmente en The Cognitive Bias Codex, un recurso de Wikimedia Commons en el que podemos ver en un círculo separados por categorías el listado de sesgos cognitivos categorizados.
También, aparte de otras fuentes que se van citando a lo largo del texto, he utilizado Chat GPT para crear ejemplos de algunos sesgos. Estos ejemplos se han vuelto a redactar, no se han copiado tal cual, y he comprobado en cada caso que realmente eran apropiados para ilustrar cada sesgo.
Aún así, este artículo puede tener errores. O quizá encuentres que falta algún sesgo que consideras de interés. Escríbeme si crees que podemos mejorar este artículo de algún modo. ¡Muchas gracias!
Si te suscribes, todas las semanas hablamos de marketing online, ventas y diseño, además de hablar sobre algún sesgo cognitivo y desarrollarlo más a fondo. Es una forma mas sosegada de ir asimilándolos. Si quieres saber más sobre los sesgos cognitivos, o ver más ejemplos de cómo se utilizan en estos ámbitos, suscríbete aquí.