Esta colección de 12 errores a evitar al emprender (basados en experiencias propias y de clientes), fue parte de la charla que dimos la semana pasada a alumnos de un curso de microemprendimiento en EHEuropea, con el objetivo de ayudarlos a evitar estos errores bastante comunes. La experiencia sirve de ayuda si se aprende de ella, pero evitar estos errores desde el principio, puede ser la diferencia entre una empresa que logra ser rentable y otra que cierra…

También puedes ver la presentación en Slideshare.

Charla EHEuropea

1.- No definir al cliente ideal

No definir al cliente ideal, ni la propuesta de valor

Es un concepto básico, pero que muchos aún no conocen. No se puede crear un negocio sin tener una definición clara de quién es el cliente ideal, de para quién es nuestro producto o servicio. Aún se puede escuchar como respuesta, al preguntar quién es el cliente objetivo de un producto o servicio, «todo aquel que pague» o «todo el mundo». ¡Error! La mejor forma de no satisfacer a nadie, es intentar satisfacer a todo el mundo…

Del mismo modo, no definir la propuesta de valor de nuestra empresa, producto o servicio, ocasiona problemas a la hora de vender (¿por qué te compro a tí y no a otro?), y a la hora de diferenciarnos de la competencia.

2.- No validar tu negocio

no validar tu negocio

Utilizar un MVP (Minimum Viable Product, o Producto Minimo Viable), es la forma de comprobar que nuestra idea realmente cubre una necesidad y puede ser atractiva para nuestro público.

Se trata de crear una versión reducida (y lo más económica posible) de tu servicio, producto o modelo de negocio, para ponerlo a prueba con desconocidos, y asegurarnos de que realmente hay personas u otros negocios dispuestos a pagar por lo que ofrecemos.

Es importante sacar de este experimento a familia y amigos, ya que ellos no serán objetivos, y tienden a apoyarnos incondicionalmente, lo que es de agradecer, pero no sirve para testear que nuestra idea es viable.

3.- No evaluar plazos, gastos y costes

No evaluar plazos, gastos y costes

Si hay que pedir un crédito para abrir un negocio, no hay que pedir lo justo, sino siempre más de lo necesario. Esto hará que tengamos efectivo para los primeros meses, y podamos afrontar imprevistos: una reforma que se alarga más de lo necesario, gastos con los que no contábamos, etc.

La mayoría de negocios necesitan un tiempo hasta que se estabilizan y comienzan a ser rentables mes a mes, de modo que esta provisión extra de liquidez puede ser la diferencia entre continuar o tener que bajar la persiana definitivamente.

4.- Cuidado con los planes de empresa

Cuidado con el Plan de Empresa, los planes son perfectos hasta que chocan con la realidad

Como dice la imagen, los planes son perfectos hasta que chocan con la realidad. Un Plan de Empresa es útil para lograr un crédito del banco, pero debe ser un documento vivo, que podamos ir actualizando, ya que siempre hay imprevistos.

En la imagen puedes ver la herramienta online que diseñamos para la Dirección General de la PyME. Es gratuita (requiere registro), y con ella podrás crear un plan de empresa, modificarlo a medida que necesites, he incluso crear varias copias del mismo con distintas previsiones.

5.- No hacer publicidad

No hacer publicidad; ¿cómo van a conocerte y encontrarte?

Otro error que yo mismo cometía al principio: Sólo me anunciaba cuando necesitaba clientes, y no mientras tenía trabajo. El primer cliente de una empresa es la misma empresa, y el trabajo de anunciarse y ofrecerse debe ser parte del día a día, siempre. Y el marketing online permite anunciarnos y ofrecer nuestros servicios en internet de muchas formas diferentes. Es la forma de trabajar para tener un flujo estable de clientes.

6.- No especializarte

No especializarte: ¿por qué van a comprarte a tí en vez de a otro?

La especialización es una de las formas más efectivas de reducir la competencia: si hacemos de todo, habrá muchas más empresas haciendo lo mismo que nosotros. Por esto, especializarnos y tratar de ser los mejores en uno o pocos servicios hace que eliminemos a gran parte de nuestra competencia de un plumazo.

Aunque haya competencia más genérica, que haga también lo que nosotros, si estamos especializados será más fácil posicionarnos y dedicarnos a un tipo de cliente concreto. De modo que aunque sepas hacer muchas cosas diferentes, a menudo es más provechoso dedicarnos a un tipo de cliente concreto, y centrarnos en solucionar sus problemas.

7.- No adaptarse

No adaptarse: estarás toda la vida estudiando

El avance de la tecnología es hoy más rápido de lo que nunca ha sido en la historia: esto hace que el conocimiento quede también obsoleto más rápido que nunca. Por esto, para sobrevivir en un sector, debemos  reciclar conocimientos de forma continua, no sólo en lo relativo a nuestra profesión, sino también respecto al marketing, la adquisición de clientes, la publicidad… el saber no ocupa lugar, pero no podemos dejar de invertir tiempo y recursos en formarnos.

8.- No ocuparse de la gestión

No ocuparse de la gestión: si no pagas hoy, pagarás mucho más mañana

La parte de gestión, contabilidad, pago de impuestos, etc, puede resultar farragoso y complicado para muchos. Debemos centrarnos en lo que sabemos hacer, y si estas gestiones no son lo nuestro, delegarlas en una gestoría o asesoría que lo gestione por nosotros.

En mis primeros años como autónomo, yo mismo cometí este error: pagaba la mensualidad de autónomo, pero no los cargos trimestrales, por lo que cuando hacienda me notificó este error, ya había acumulado más de 13.000€ de deuda entre pagos pendientes e intereses de demora. Me costó bastante tiempo ponerme de nuevo al día, y desde entonces, todas estas gestiones, las realizamos con una gestoría. Zapatero a tus zapatos… 😉

9.- No ahorrar

No ahorrar

Las personas tendemos a creer que la situación actual es inmutable: en general no se nos da bien hacer predicciones de futuro. Esto significa que a menudo pensamos que una situación se va a alargar en el tiempo, cuando todo cambia constantemente.

Si nos va bien y estamos ganando mucho, tendemos a aumentar nuestros gastos, porque creemos que será así siempre. Pero debemos prepararnos para lo peor y ahorrar siempre que sea posible, porque en un negocio todo puede cambiar en un momento: perdemos a nuestro cliente más importante, unas obras delante de nuestro local reducen los ingresos durante meses, etc. La mejor forma de prepararnos para imprevistos, es tener ahorros que nos permitan capear los meses difíciles.

10.- Querer hacerlo todo solo: aprender a delegar

Querer hacerlo todo sólo: hay que aprender a delegar

Aprender a delegar no es fácil: he visto muchos negocios donde el dueño o responsable está convencido de que si no está, nada va a funcionar. En estos casos no suele haber una formación de personal adecuada, y se corrige a los empleados siempre sobre la marcha (que suelen estar bastante hartos de estas correcciones).

La mejor forma de evitar estar encima de los empleados y corrigiendo constantemente es documentar los procesos de forma detallada, de modo que todos tengan una lista de pasos con todo lo que hay que hacer para cada proceso. Así, en negocios de hostelería puede ser útil crear listas paso a paso para tareas como apertura y cierre, preparación de la barra, mise en place, apertura y cierre de caja, etc. Siempre será más cómodo ir actualizando estos procesos, que corregir en el momento, especialmente en negocios con alta rotación de personal como la hostelería. Además, tener un paso a paso por escrito ayuda a evitar olvidos y despistes.

11.- Contratación: el equipo lo es todo

Contratación: el equipo lo es todo (cuídalo y fórmalo)

La contratación es una parte crucial en cualquier empresa, ya que tener los empleados idóneos para cada puesto es complicado (y más aún retenerlos). Pero no es todo una cuestión de dinero, el ambiente en el trabajo es muy importante. Incluso si delegamos la selección de personal en otra empresa, mantener motivados y formar a los empleados es cosa nuestra.

Hay muchas cosas que se pueden hacer para mantener alta la moral del personal, y la mayoría no son cuestión de dinero, o no son caras. Ayudarlos a que se formen y mejoren, compartir los aciertos y no sólo los errores, y hacer alguna vez actividades juntos fuera del trabajo, como una cena o alguna actividad recreativa, son cosas sencillas que harán que los empleados se sientan valorados y valoren mejor su puesto de trabajo. Porque no sólo hay que fidelizar a los clientes, a los empleados también se los puede fidelizar, y una plantilla que se conoce y trabaja bien junta es algo difícil de conseguir y muy valioso.

12.- Socios

Socios

Cuando se monta una empresa entre varios amigos, el contrato de socios es algo que no parece urgente. A veces se piensa que con repartir las ganancias a partes iguales y que todos estén implicados será suficiente. Pero esto no funciona en el largo plazo: es casi imposible que la implicación y resultados de todos vayan a la par, y esto generará conflictos a la hora de repartir las ganancias.

Un contrato de socios creado con detalle y que contemple todas las opciones, incluyendo la salida de algún socio del negocio, es imprescindible para que evitar problemas a futuro. Aún así los habrá, es inevitable, pero mientras mejor se aclaren todas las posibles situaciones al principio, más fácilmente se podrán resolver en el futuro.

Este es el resumen de la charla que dimos sobre 12 errores a evitar al emprender. ¿Has sufrido alguna de estas situaciones en carne propia? ¿Añadirías alguno más? Esperamos tus impresiones en los comentarios 😉